10 prácticas que determinan qué tan buen emprendedor eres

Cada día surgen más proyectos de emprendedores que se lanzan al mercado, y seguirán surgiendo de acuerdo a la tendencia económica nacional, lo que empieza siendo una iniciativa llena de buena voluntad y ganas de convertirnos en empresarios sólidos, a veces no llega a buen puerto debido a las prácticas que tenemos en nuestros inicios, la finalidad de analizar estos puntos es encontrar nuestras áreas de oportunidad y maximizar nuestras posibilidades de éxito, al día de hoy 8 de cada 10 emprendimientos fracasan en los primeros dos años en México, trabajemos para ser de esos 2.

1.- Creer que en tu negocio el único que sabe eres tu.

Probablemente iniciaste tu negocio porque hay algo que sabes hacer muy bien (y te gusta hacerlo) o idealmente así es, pero creer que solo tu sabes lo que haces,  hacer ostentación de que eres el Dios de tu negocio, y no escuchar la visión de los demás participantes de tu emprendimiento o tus colaboradores, es un mal negocio.

2.- Dejar de aprender.

Independientemente del rubro de tu negocio la tecnología, tendencias, modas e implementaciones  cambian con rapidez vertiginosa debido a los tiempos en que vivimos, dejar de lado nuestro aprendizaje y confiar en que lo que ya sabemos es suficiente en nuestra área, es un descuido que puede sacarnos del mercado con la misma velocidad con la que parpadeamos.

3.- Descuidar nuestro trato a los demás.

Puede sonarte absurdo pero es una realidad, hay gente que tiene un negocio prometedor pero el trato hacia los clientes es cuestionable, la falta de consideración y cordialidad hasta en la forma de redactar un correo, tomar una llamada, o la actitud de servicio determina mucho la fidelidad de los clientes, personalmente tomo en cuenta la forma en que me tratan cuando adquiero un producto o servicio y seguramente tu también, así que hay que tener cuidado con el trato no solo a los clientes, a los colaboradores y toda persona que nos rodea, la mala actitud es el mejor repelente de los negocios.

4.- Rodearte de gente que SOLO este de acuerdo contigo.

Si bien para tener un negocio funcional es importante rodearte de gente que tenga una ética similar a la tuya, es muy diferente solo rodearte de gente que no te cuestiona y te da la razón, porque entonces escucharás siempre un eco de ti y no te llevará a no preguntarte si lo que haces pueda ser mejorado, los colaboradores pueden ser excelentes aliados en este punto, hay que encontrarle el gusto a escuchar diferentes opiniones.

5.- Dejar de lado a los clientes.

Cualquier negocio no es nada sin clientes, puedes tener el mejor producto o servicio pero si nadie te contrata no hay empresa, ¿Cierto?, entonces no olvides darle al cliente la importancia que tiene, no contestar llamadas nunca, enviar los correos o servicios fuera del tiempo acordado, no cumplir lo pactado con el cliente, incrementar costos o añadirlos a nuestra conveniencia, es el camino más rápido al fracaso.

6.- Enfocarse solo en el dinero.

Si bien nadie trabaja solo por amor al arte, tenemos que tomar en cuenta que el dinero viene por añadidura cuando hacemos un trabajo de calidad, enfocarse en hacer de nuestro negocio una maquinaria bien aceitada, donde damos lo mejor de nosotros, esforzarnos en ser de ayuda al cliente con nuestra aportación, buscar superarnos y mejorar a través de nuestros posibles errores, es hacernos indispensables, eso si nos va a generar los recursos que todos deseamos.

7.- No saber delegar.

En todo negocio idealmente, debe haber una repartición de las tareas, si buscas ser el «todólogo» porque nadie lo hace como tu quieres, vamos mal, por ello es importante tener colaboradores profesionales en los que puedas confiar y delegar correctamente es fundamental, para empezar tenemos que aceptar que no podemos con todo, es humanamente imposible, nos lleva a un desgaste físico y emocional que resulta en problemas de salud que ni con todo lo que ganaste en todos tus proyectos puedes curarte, ahí tenemos que soltar, soltar la necesidad de controlar, habla mucho de tu manejo emocional, si el manejo emocional no es asertivo, no se augura mucho éxito.

8.- No saber aceptar que todo evoluciona.

Esto va ligado al punto 2, si sigues aprendiendo te darás cuenta que en tu negocio tienes que tomar decisiones que dejarán preparado tu emprendimiento para los cambios, sean los que sean, no aceptar que todo evoluciona es la lápida de muchos, en el año 2000 Reed Hastings fundador de Netflix buscó a Jhon Antioco el CEO de Blockbuster para hablarle de un nuevo formato de alquiler no presencial, Jhon Antioco se río hasta el cansancio de la idea, ahora sabes como resultó eso, de verdad, aprende de a visualizar.

9.- Buscar solo tu beneficio.

Idealmente un negocio tiene la finalidad de aportarle una solución o una satisfacción al cliente, por lo cual el te paga y tus colaboradores reciben una retribución monetaria y satisfactoria de un trabajo bien hecho a través del reconocimiento,  dejar de lado la parte satisfactoria de tus clientes y colaboradores para solo alimentarte te hace egoísta, y terminará por dejarte solo y con un negocio en fracaso, no solo busques tu beneficio personal.

10.- Incumplir las leyes.

Si tu no cumples la ley  es como lanzar un boomerang que eventualmente te regresará magnificado, ni siquiera es un tiro al aire, es un tiro auto infligido, ya de por si un negocio es emprender cuesta arriba, imagínate lo que es cuando tu mismo te pones rocas en el camino, no tomes riesgos probados.

 

En el caso de que  hayas detectado estas prácticas en ti, nunca es tarde para empezar a cambiarlas, vuélvete el mejor aliado de tu negocio.