¿Cómo desarrollar y mantener una sana relación con mis clientes?

Esta es la pregunta que todos nos hemos hecho, sobre todo cuando ya hemos tenido experiencias áridas con algún cliente en particular, y como bien dicen, de todo se aprende, aunque sinceramente pudimos haber ahorrado una que otra, hoy vamos a hablar de los básicos para construir una relación funcional con nuestros clientes.
- Respeto, es un básico no solo en las relaciones con clientes, si no con todo el mundo, mientras la humanidad exista el respeto es será siempre fundamental, por ello solo tocaremos lo más básico en cuanto a respeto con el cliente, hay por ejemplo gente para todo y no falta el cliente jovial que te habla de tu desde un primer momento, hay gente que prefiere que le preguntes si puedes hacerlo y te toman muy a bien que lo hagas, la forma de dirigirte debe ser cordial pero no confianzuda, es decir, hacer preguntas de interés pero nunca personales, los correos por ejemplo idealmente deben llevar un saludo y una despedida cordial así como los mensajes, jamás levantar la voz al cliente pero tampoco permitir que lo haga, hace un tiempo un cliente un tanto complicado estaba enojado por una situación que no dependía de mi y de la cual se le había informado debidamente vía correo y en persona y dijo haber entendido, me llamó enfadadísimo gritándome por teléfono mientras yo estaba en una junta con un colaborador, le pedí que bajara el tono y ni siquiera me permitía hablar, le pedí nuevamente que bajara el tono o de lo contrario yo colgaría, me gritoneo que no lo amenazara, a lo cual, colgué, marcó nuevamente en el mismo tono y volví a colgar, así una vez más, le envié un mensaje diciéndole que en cuanto quisiera hablar adultamente estaría dispuesta a tomarle la llamada, al día siguiente me marcó y me habló adecuadamente, a veces hay que imponer reglas elementales de respeto que deben ser recíprocas, en una relación proveedor-cliente, hay dos personas, una que trabaja para vivir y otra que requiere tu producto y servicio, ninguno le hace el favor al otro.
- Puntualidad, si bien es una forma más de respeto, se merece su apartado. La puntualidad es la forma en que cumplimos nuestros tiempos, y dice mucho de nosotros tanto de cuan organizados somos, que tan previsores, el nivel de experiencia de trabajar aun cuando eventualidades aparezcan, o algo tan simple como dejar esperando al cliente si tenemos cita con el en sus oficinas o en un restaurante, habla muy mal de ti y no solo te resta puntos, le estas dando al cliente elementos de que no eres confiable en más de un aspecto, obviamente no queremos eso. Así que cerciórate de ser muy claro en tus tiempos con el cliente ya sea de la recepción del producto que vendes, o de los tiempos que son requeridos para el servicio que te esta adquiriendo, y si llegaran a aparecer eventualidades ( que por supuesto sucede) hazlo saber inmediatamente si va a repercutir en las fechas u horarios establecidos previamente, no es lo mismo recibir una llamada una semana antes de la entrega comentando la situación y explicando qué estamos haciendo para la pronta solución de la eventualidad que recibir esa misma llamada media hora antes, no será la misma recepción a la misma ¿cierto?, la claridad desde un primer momento no solo es más honesta, es la base sobre la que la relación se cimentará.
- Claridad, otro concepto no solo básico, si no además que abarca todas las áreas de la relación comercial, ante eso solo podemos decirte que ser íntegro y transparente genera un halo de confianza que es prácticamente indestructible, si no manejas un contrato con tus clientes, hazlo, y en el incluye todas las clausulas necesarias con la finalidad de hacerle saber al cliente que no solo consideras tu seguridad, también la de el, apégate a el y no te manejes con «letras chiquitas».
Si tu negocio no se presta para la firma de un contrato, maneja un texto donde básicamente se asiente los más importante o que te ha llegado a generar malos entendidos o conflictos con tus clientes, pídeles que te lo acepten y te lo envíen por correo aceptando, y ya está, ya tienes tu red de seguridad, no es garantía de nada pero también te das a conocer como un negocio con principios.
Como sugerencia final en este punto, si algún concepto no es cubierto por tus servicios, hazlo de conocimiento del cliente, si eventualmente tendrá que invertir algo que no tenía contemplado, informalo, todo previamente, de lo contrario se sentirá estafado y engañado aun cuando tu intención no haya sido esa.
Estos puntos no buscan descubrir el hilo negro, pero aunque muchas veces se den por sobre entendidos tenemos que recordar que en los negocios, asumir nunca es una buena decisión, no asumas que el cliente se comportará de cierta forma, y no les des a ellos a asumir cosas que tal vez solo sucedan en su cabeza, se claro y te aseguro que la relación con tus clientes será no solo cordial, eventualmente serán conocidos muy cordiales que te tengan en alta estima y te consideren cada vez que requieran de ti y tus servicios y por supuesto te recomendarán a amigos y conocidos, estarás construyendo una red de publicistas personales.